Mãe Maria Conga

Mãe Maria Conga es el nombre de una Preta Velha, es decir, un espíritu de una anciana negra que se manifiesta en los rituales de Umbanda para brindar consejo, consuelo y curación a los necesitados. 

Su historia es la de una guerrera negra que vivió como esclava en el Brasil colonial, pero que nunca perdió su fe ni su alegría.

¿Quién es Mãe Maria Conga?

Según algunos relatos, Mãe Maria Conga nació en el Brasil en su última encarnación, hija de esclavos traídos del Congo y criada en la religión católica. 

Asistía a las misas todos los domingos y por la noche, en la senzala, participaba de los rituales de magia del antiguo Congo. 

Tenía libre tránsito en la hacienda donde vivía y no llegó a ser azotada, pues era querida por la señora y el señor, al punto de ser ama de leche de sus hijos, pero sin dejar de ser esclava como todos los demás. 

Por eso, tuvo una vida de renuncia, siempre sirviendo y muchas veces teniendo su cuerpo violado, siendo obligada a procrear y generar hijos que eran arrancados de sus brazos muy precozmente. Su sufrimiento también era el de presenciar la muerte de sus hermanos negros en sus brazos, siendo que muchos de ellos también habían nacido por sus manos de partera. 

Estas muertes eran provocadas por las brutales palizas con cortantes látigos, ordenadas por el capataz. Por ser experta conocedora de las hierbas, curaba las heridas de los negros torturados por el látigo y también hacía simpatías y bendiciones que había aprendido con las esclavas más antiguas.

Sin embargo, no hay que engañarse con la apariencia de su incorporación de Preta Velha, septuagenaria, un cuerpo que demuestra el cansancio y la experiencia que solo los largos años vividos en la carne pueden ofrecer. 

Esto es solo una forma de demostrar a todos su humildad y sencillez. Mãe Maria Conga no trabaja solo en los terreiros de Umbanda, donde es muy conocida y se presenta como una Preta Velha, sino que también trabaja en los Centros Kardecistas, presentándose como monja y especialista en psicología, realizando trabajos de psicografía. 

En una encarnación anterior, nació en la Edad Media, donde fue una superiora de convento en un hospital católico en España del siglo XIII, llamándose María de Las Mercedes. Los espíritus moldean sus cuerpos astrales de acuerdo con las necesidades de la caridad a ser practicada, por eso muchos médicos considerados muy elevados y evolucionados entre los hombres, trabajan anónimamente como humildes Pretos Velhos en la Umbanda. 

Ella no se presenta como una Preta Velha en las mesas Kardecistas, pues su compromiso con esa configuración astral es en la Umbanda y tales manifestaciones están de acuerdo con los hombres y sus conciencias.

¿Cómo se le rinde culto a Mãe Maria Conga?

Mãe Maria Conga es una entidad muy querida y respetada en la Umbanda, pues representa el amor incondicional, la sabiduría ancestral y la fuerza espiritual.

Para rendirle culto, se le ofrecen velas blancas o azules claras, flores blancas o amarillas, agua fresca o perfumada, frutas dulces o secas y café con leche o chocolate. También se le cantan puntos o canciones que alaban su nombre y su trabajo. 

Algunos ejemplos son:

Mãe Conga cadê seu anzol? Afirma seu ponto e vem trabalhar (2x) Mãe Conga que vem que vem Mãe Conga que vem pro congá (2x) Segura segura o ponto o ponto do seu orixá (2x) Mãe Conga chegou e vem trabalhar (2x)

Abre esse terreiro abre esse congá chegou Maria Conga vamos trabalhar (2x) Maria Conga no altar divino lá nas alturas neste chão desceu (2x) Maria Conga veio no terreiro pra saravá todos os netinhos seu (2x)

Maria Conga o que é que você quer? (2x) Quero pemba, quero guia, quero figa de guiné (2x)

Cuando Mãe Maria Conga se incorpora en un médium, suele hablar con un acento africano y usar palabras del dialecto banto, como “saravá” (saludo), “congá” (altar), “mironga” (magia), “pemba” (tiza ritual), “guia” (collar) y “figa” (amuleto). 

También suele fumar un cachimbo blanco, que simboliza la purificación y la conexión con el plano superior, y usar una saia carijó (falda a cuadros), que representa la mezcla de culturas y razas. Su saludo es “Adorei as almas” (Adoré a las almas), que expresa su devoción por los espíritus desencarnados que necesitan luz y ayuda.

¿Qué beneficios se obtienen al consultar con Mãe Maria Conga?

Mãe Maria Conga es una entidad que tiene el don de la clarividencia, la mediumnidad y la curación. Ella puede ver el pasado, el presente y el futuro de las personas que la consultan, así como comunicarse con los espíritus de sus familiares y amigos fallecidos. 

También puede diagnosticar y tratar las enfermedades físicas, emocionales y espirituales, usando sus conocimientos de las plantas medicinales, las oraciones y los rituales. Además, Mãe Maria Conga es una excelente consejera, que sabe escuchar con paciencia y comprensión, y dar orientación con amor y firmeza. 

Ella puede ayudar a resolver problemas de amor, trabajo, dinero, familia, salud, justicia y espiritualidad. Su mensaje principal es el de la fe, la esperanza y la caridad, valores que ella practicó en vida y que sigue transmitiendo desde el plano astral.

Preguntas frecuentes sobre Mãe Maria Conga

¿Mãe Maria Conga es un ángel o un santo?

Mãe Maria Conga no es un ángel ni un santo, sino un espíritu humano que alcanzó un alto grado de evolución y pureza. Sin embargo, se le puede considerar como una mensajera de Dios y una protectora de los necesitados. En la Umbanda, se le asocia con el Orixá Oxum, la diosa del agua dulce, el amor y la fertilidad.

¿Cómo se puede invocar a Mãe Maria Conga?

Mãe Maria Conga se puede invocar mediante la oración, la meditación o la asistencia a una sesión de Umbanda. También se le puede pedir su presencia en momentos de dificultad o angustia, pronunciando su nombre con fe y respeto. Ella siempre está dispuesta a atender a quien la llama con sinceridad y humildad.

¿Qué se debe hacer después de consultar con Mãe Maria Conga?

Después de consultar con Mãe Maria Conga, se debe agradecer su atención y su ayuda, así como seguir sus consejos y recomendaciones. También se debe mantener una actitud positiva y confiada en que todo se resolverá para el bien mayor. Por último, se debe compartir con los demás el bien recibido, practicando la caridad y la solidaridad.